¿Cada vez que quieres indagar sobre un flash externo para tu cámara
te encuentras perdido? ¿La terminología, los tecnicismos y los números
que rodean el mundillo de los flashes son apabullantes y te echan para
atrás?
La tecnología, si es incomprensible, no
sirve de nada. Los fabricantes parecen tontos, se esfuerzan en hacer sus
flashes cada vez más complejos y difíciles de entender, hasta un punto
en que a uno se le quitan las ganas de comprar uno.
Partiendo de esto, en el artículo de hoy
intentaré acercarte de una forma simple y fácil de entender al mundo de
los flashes externos. Verás que en el fondo no es tan complejo como
parece desde fuera. Te explicaré los tipos de flashes que hay, veremos
si realmente necesitas un flash, y en caso de que fuera así te ayudaré a
que busques uno. Vamos a ello.
Tipos de flashes
Lo primero que quiero que distingas son los tipos de flashes que hay. Hay 3 básicamente:
Flash integrado: Son
los flashes que vienen integrados en las cámaras compactas y réflex, los
que vienen de serie y no se pueden ni quitar ni añadir. Sí que se
pueden desactivar para que no salten, pero no se pueden arrancar. Están
ahí, como una parte más de la cámara.
Flash externo: Es el
típico flash externo que compramos a parte y que podemos enganchar en la
parte superior de la cámara. Este tipo de flash generalmente ofrece
mucha más potencia de luz.
Flash Macro: Se trata
de un tipo de flash concebido especialmente para la fotografía Macro
(por ejemplo de insectos). Para iluminar bien el objeto diminuto este
flash tiene una forma circular que permite arrojar luz al sujeto u
objeto de manera circular.
Y estos son los 3 tipos de flash más importantes que hay. Los demás son todos pequeñas variaciones de alguno de estos 3.
¿Necesitas un flash externo.. realmente?
Si estás leyendo este artículo
seguramente es porque quieres comprar un flash externo. ¿Realmente lo
necesitas? A veces creemos que con un flash externo enganchado a nuestra
cámara réflex obtendremos “automáticamente” mejores fotografías, o al menos pareceremos más profesionales.
Lo que realmente tiene que motivarnos es una necesidad real. Déjame preguntarte una cosa: ¿Por qué necesitas un flash externo?
Si tienes una respuesta, fenomenal. Adelante con ello. Pero si no sabes por qué, te recomiendo que lo dejes aquí, ya que probablemente no necesitas flash en absoluto
Lo que realmente tiene que motivarnos es una necesidad real. Déjame preguntarte una cosa: ¿Por qué necesitas un flash externo?
Si tienes una respuesta, fenomenal. Adelante con ello. Pero si no sabes por qué, te recomiendo que lo dejes aquí, ya que probablemente no necesitas flash en absoluto
Limitaciones del flash integrado
Si tu respuesta ha sido “Sí, necesito un flash externo porque no estoy satisfecho con los resultados del flash integrado en mi cámara”
entonces bienvenido al club. Muchos usuarios sufren de los
inconvenientes del flash que viene incorporado en las cámaras réflex por
defecto. Algunas de las limitaciones de estos flash integrados por
ejemplo son que:
- Generalmente producen el famoso efecto indeseado de los ojos rojos.
- Crean una luz demasiado dura, directa y siempre desde la misma dirección que la cámara, de enfrente.
- Muchas cámaras no permiten controlar la intensidad de la luz del flash integrado.
- El flash integrado normalmente tiene menos potencia y no es capaz de iluminar zonas amplias.
Si sufres alguno de estos males entonces
sí, necesitas hacerte con un buen flash externo. ¿Pero cuál? En el
mercado existe una amplia gama de flashes externos, algunos de precios
asequibles y otros de precios desorbitados. ¿Cómo discernir un flash bueno? ¿Cómo dar exactamente con el flash que te hace falta?
¿Cómo escoger un buen flash?
Para contestar a esta pregunta tendrás que resolver dos asuntos:
1- Definir un presupuesto máximo. Por favor no me respondas: “Bueno, podría pagar entre 30 y 120 euros, más o menos, a lo mejor llegaría a 150 euros, y bueno, no sé.. depende de lo que el flash me ofrezca a lo mejor me plantearía llegar a pagar un pelín más”. No. Tienes que trazar un presupuesto máximo. Piensa en una cifra, un presupuesto máximo encima del cual no pagarías ni un euro más. Ni uno. Sé honesto. Lo máximo que pagarías please. ¿Ya lo tienes? Bien
2- ¿Para qué quieres el flash exactamente? Ya sé que es para conseguir fotos buenas, porque no estás satisfecho con el actual, pero.. piensa con un poco más de nivel de detalle ¿Para qué tipo de fotos exactamente necesitas el flash? Te lo pregunto porque tendrás que escoger uno u otro en función de lo que respondas. Por ejemplo si lo único que quieres es añadir un poco más de luz a tus retratos para así iluminar pequeñas zonas de sombras en la cara del sujeto entonces con un flash de potencia mínima o mediana te bastaría. Si por el contrario necesitas iluminar bien un grupo de personas en exterior entonces necesitarás un flash con una potencia elevada.
Ve pensando en estas cosas..
1- Definir un presupuesto máximo. Por favor no me respondas: “Bueno, podría pagar entre 30 y 120 euros, más o menos, a lo mejor llegaría a 150 euros, y bueno, no sé.. depende de lo que el flash me ofrezca a lo mejor me plantearía llegar a pagar un pelín más”. No. Tienes que trazar un presupuesto máximo. Piensa en una cifra, un presupuesto máximo encima del cual no pagarías ni un euro más. Ni uno. Sé honesto. Lo máximo que pagarías please. ¿Ya lo tienes? Bien
2- ¿Para qué quieres el flash exactamente? Ya sé que es para conseguir fotos buenas, porque no estás satisfecho con el actual, pero.. piensa con un poco más de nivel de detalle ¿Para qué tipo de fotos exactamente necesitas el flash? Te lo pregunto porque tendrás que escoger uno u otro en función de lo que respondas. Por ejemplo si lo único que quieres es añadir un poco más de luz a tus retratos para así iluminar pequeñas zonas de sombras en la cara del sujeto entonces con un flash de potencia mínima o mediana te bastaría. Si por el contrario necesitas iluminar bien un grupo de personas en exterior entonces necesitarás un flash con una potencia elevada.
Ve pensando en estas cosas..
Pasos para escoger un buen flash externo
Ahora, intentemos escoger un buen flash para nuestra cámara. Lo haremos observando las características de los flashes y pensando en todo momento en el uso que le queremos dar a ese flash. Ello nos ayudará a dar con el más idóneo para nuestro caso:
Primero miraremos el “Número de Guía”:
¡¡¡Etsshhh!!! Tranquilo. Ya sé, acabo de meter un término raro que es
el número de guía pero no hay por qué ponerse nerviosos. El número de
guía es tan fácil como la potencia del flash, ni más ni
menos. Ya te dije que los fabricantes compiten entre sí a ver quién
hace las cosas más complicadas, pues podrían haberlo llamado “Potencia”
¿verdad? Pues eso, al comparar un flash con otro, un aspecto importante
que tendrás que valorar es la potencia que necesitas de ese flash. A
“Número de Guía” más elevado mayor precio y más luz. Fácil.
¿Y cómo sabes si necesitas más o menos potencia? Pues sencillo: si lo que quieres es fotografiar de cerca a una persona en una habitación no muy grande, seguramente no necesitas mucha potencia. En cambio, una foto de un enorme interior como por ejemplo una catedral necesita de un flash con mucha más potencia, ya que el area a iluminar será mucho más amplia.
¿Y cómo sabes si necesitas más o menos potencia? Pues sencillo: si lo que quieres es fotografiar de cerca a una persona en una habitación no muy grande, seguramente no necesitas mucha potencia. En cambio, una foto de un enorme interior como por ejemplo una catedral necesita de un flash con mucha más potencia, ya que el area a iluminar será mucho más amplia.
Lo segundo que miraremos será la “Velocidad de Reciclaje”:
Si disparamos dos fotos con flash, entre un disparo y otro el flash
necesita descansar un poco, recuperarse. Ese tiempo es la velocidad de
reciclaje. La mayoría de los usuarios de a pie no tienen problema en
esperar 2 ó 3 segundos entre una foto y otra para poder usar el flash.
En cambio, algunos profesionales que suelen disparar un determinado tipo
de fotos con mucha rapidez no pueden permitirse el lujo de esperar 3
segundos entre un disparo y otro hasta que el flash esté listo. Ellos sí
que tomarán la “Velocidad de Reciclaje” en cuenta a la hora de
comprarse un flash. En tu caso es muy probable que esto sea irrelevante,
pero te lo comento para que lo sepas de todas maneras.
Seguimos y ahora toca estudiar el tipo de conexión: Un flash externo puede conectarse a la cámara de varios modos:
- Enganchado encima del cuerpo de la cámara.
- Conectado a la cámara mediante un cable.
- Activación sin cable.
En el mercado hay flashes con una de
estas opciones, con dos, e incluso algunos que ofrecen las tres
opciones. Lo normal para un usuario medio es un flash externo de estos
que se enganchan encima de la cámara, en la zapata del flash. Pero ya
que vas a invertir dinero en un flash conviene que conozcas las otras
dos maneras de conectarlo por si crees que te va a hacer falta en un
futuro.
Seguimos mirando y comparando flashes y
ahora vamos a mirar algunas características que algunos flashes ofrecen y
otros no. Funciones que nos pueden hacer la vida más fácil y el
resultado fotográfico más decente:
Rebote hacia arriba:
Algunos flashes tienen la parte superior giratoria hacia arriba. Esto
nos permite dirigir la luz del flash hacia el techo de la habitación o
sala y hacer que la luz del flash rebote en el techo y se refleje en la
cara de nuestro sujeto. Normalmente un retrato con luz “rebotada” queda
mucho más bonito puesto que la luz rebotada es suave y más agradable que
la luz despedida del flash directamente.
Giratorio hacia la derecha e izquierda:
Esto es igual que el punto anterior pero esta vez hacia los lados. A
veces nos encontramos cerca de una pared lateral y queremos rebotar la
luz en la pared y no en el techo. Se obtiene el mismo resultado que el
punto anterior: una luz mucho más suave y simpática. A modo de prueba aquí tienes una retrato obtenido mediante la técnica de rebote de flash, esta vez en el techo hacia arriba.
Control Manual y Automático:
Importante saber si queremos elegir un flash que ofrezca control sólo
automático o manual también. Si quieres cosas fáciles y sin mayor
complicación uno automático seguramente te valdrá, pero si quieres
intervenir en los ajustes, aprender el mecanismo y empezar a controlarlo
tú mismo para así conseguir la foto que tienes pensada en la cabeza con
la cantidad de luz exacta que tienes pensada, entonces tu flash tendrá
que ofrecer controles manuales.
¿Cómo vas? Si has llegado con la lectura
hasta aquí es que te lo estás tomando en serio. Ya casi acabamos. Ya a
estas alturas tendrás que tener más o menos claro las características del flash que necesitas, pero falta responder a una última pregunta: ¿Qué marca elegir?.
La respuesta es simple: Tienes dos opciones, o un flash de la misma marca que tu cámara (si tienes Nikon compras flash Nikon, si es Canon pues Canon, Sony Sony, etc.) o un flash de una marca genérica compatible con todas las cámaras.
A primera vista uno puede pensar “Bueno, me compro uno genérico y así si el día de mañana me cambio de cámara me sigue valiendo el mismo flash”. Es un razonamiento correcto y bueno, excepto por el hecho de que el flash más compatible con las cámaras Nikon es Nikon, el más compatible con las Canon es el Canon, y así. Por lo tanto si decides comprarte un flash genérico, seguramente te va a funcionar, te ofrecerá todas las opciones básicas, y posiblemente algunas complementarias, pero si compras uno de la misma marca que tu cámara puedes estar seguro de que la compatibilidad entre los dos será total, al 100%.
A primera vista uno puede pensar “Bueno, me compro uno genérico y así si el día de mañana me cambio de cámara me sigue valiendo el mismo flash”. Es un razonamiento correcto y bueno, excepto por el hecho de que el flash más compatible con las cámaras Nikon es Nikon, el más compatible con las Canon es el Canon, y así. Por lo tanto si decides comprarte un flash genérico, seguramente te va a funcionar, te ofrecerá todas las opciones básicas, y posiblemente algunas complementarias, pero si compras uno de la misma marca que tu cámara puedes estar seguro de que la compatibilidad entre los dos será total, al 100%.
Flashes recomendados
Por si seguías con alguna duda todavía, a continuación te dejo un par de recomendaciones de flashes de calidad indiscutible para Canon y Nikon respectivamente, y que te ofrecerán un resultado más que aceptable:- Canon Speedlite 430EX II, 330 g, 72 x 122 x 101 mm, AA, Negro
- Nikon SB-700 – Flash de zapata para cámaras réflex Nikon
- Metz Mecablitz 52 AF-1 Digital – Flash con zapata, negro para Nikon y para Canon
- Yongnuo YN560 III – Flash con zapata, negro (compatible con Canon, Nikon, Pentax, Sony, y otras marcas. Precio muy asequible, y #1 en ventas en Amazon durante mucho tiempo. Sólo hay que ver las opiniones de los usuarios en Amazon)
- Más flashes..
El mundo de los flashes es inmenso y a
veces inabarcable. Es un tema que tiene muchas ramificaciones: flash
esclavo y flash master, medición a través del objetivo TTL, velocidad de
sincronización, etc. Palabrejas y jerga fotográfica que a veces podría
confundirnos. Al final, querido lector, lo más importante y lo que
tienes que saber sobre los flashes te lo he presentado en el artículo de hoy. Espero que lo encuentres útil, didáctico y que te “ilumine” un poco esa decisión de compra que finalmente vas a tomar.
Artículo de : Blog del fotógrafo. por Mario Pérez
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