En este blog se ha hablado en muchas
ocasiones de la importancia del flash, de cómo mejorar tus fotos con
esta herramienta y de la necesidad de usarla en estudio y sobre todo a
nivel profesional. Sin embargo, hay otra herramienta mucho más poderosa,
eterna o efímera, según en qué términos hablemos, pero igualmente
potente: la luz natural. A veces nos
centramos demasiado en la calidad de la imagen, en la nitidez, etc… y
olvidamos que la luz natural nos ofrece maravillosos resultados si
sabemos jugar con ella. Sí, es cierto, a veces no dispones de esta luz y
no tienes más remedio que usar el flash… Pero, ¿y si puedes disponer de
ella? ¿Sabrías cómo utilizarla para conseguir fotografías
impresionantes? Sigue leyendo y aprenderás un montón de trucos para
controlar algo tan bello como la luz del sol.
Cuatro aspectos sobre la luz
Lo primero y más importante es que
conozcas los cuatro aspectos más importantes de la luz y que aprendas a
manejarlos para obtener los mejores resultados o al menos los resultados
deseados.
A) Dirección: la luz puede ser frontal, lateral, cenital o trasera. Vamos a verlas una por una.- Luz frontal: si colocas al sujeto de frente a la fuente de la luz (como por ejemplo una ventana) y tú te sitúas entre ambos, el sujeto (u objeto) a fotografiar recibirá la luz de frente. Obtendrás una imagen sin texturas pero a cambio lograrás capturar más detalles.
- Luz lateral: el sujeto recibe la luz desde el lateral, así consigues aumentar el volumen y resaltar texturas.
- Luz trasera: cuando el sujeto está entre la fuente de luz y tú, podrás lograr siluetas y otros efectos como un aura alrededor de las figuras que estés fotografiando.
- Luz cenital: este tipo de iluminación es la que viene desde arriba. Te puede ayudar a lograr efectos diferentes, aunque en retratos provoca sombras poco favorecedoras. Oye, un truco: si te pones a una altura superior al sujeto y le haces mirar hacia arriba, conseguirás una luz frontal desde una perspectiva mucho más atractiva.
B) Intensidad: hay
dos factores a tener en cuenta, el primero, es comprobar si existe la
luz necesaria para fijar la apertura de diafragma y la velocidad de
disparo que deseamos. El segundo, ¿nos aporta esta luz el ambiente que
buscamos para nuestra fotografía? Debes saber que puedes jugar con la
intensidad de la luz de la que dispones y modularla según tus deseos. Aquí te doy algunos consejos:
si estás en interior, puedes acercar o alejar al sujeto de la fuente en
función de la cantidad de luz que te convenga que reciba, también
puedes poner una cortina blanca y lisa en la ventana o en la puerta, o
utilizar papel de seda o cualquier otro difusor. En exteriores, busca
las sombras u objetos que puedan reducir el exceso de luz que te moleste
o al contrario, utiliza reflectores como relleno cuando sea necesario.
C) Calidad: en
muchas ocasiones no es tan importante la cantidad de luz como la
calidad de la misma. Y ésta se mide en función de tus preferencias, de
lo que esperes de esa imagen. Hay dos tipos de luces: suave o dura.
La luz dura es la que provoca altos contrastes y sombras bien
definidas. Aporta mayor dramatismo a la escena. La luz suave, por el
contrario, consigue sombras mucho más difuminadas.
D) Temperatura: lo
más probable es que ya sepas a qué me refiero, si no es así, no te
preocupes, te lo explico. La temperatura se refiere al color que
predomina en una imagen sobre el resto (dicho de forma muy resumida). Si
una imagen tiene una temperatura más rojiza o anaranjada, transmitirá
calidez, al contrario que si la temperatura del color tiende al azul que
nos provoca una sensación más fría.
¿Que cómo puedes controlar este factor? Pues de dos formas muy sencillas, una con el balance de blancos de tu cámara, otra aprovechando la luz de las primeras o últimas horas del día, o de las horas del medio. El atardecer y amanecer nos ofrecen luces más anaranjadas, rosadas o doradas, mientras que a última hora de la mañana o primera tarde, obtenemos el resultado contrario. Otro truco es utilizar filtros, difusores de colores o reflectores.
¿Que cómo puedes controlar este factor? Pues de dos formas muy sencillas, una con el balance de blancos de tu cámara, otra aprovechando la luz de las primeras o últimas horas del día, o de las horas del medio. El atardecer y amanecer nos ofrecen luces más anaranjadas, rosadas o doradas, mientras que a última hora de la mañana o primera tarde, obtenemos el resultado contrario. Otro truco es utilizar filtros, difusores de colores o reflectores.
Trucos y consejos para dominar la luz natural
Si dominas estos cuatro aspectos que te acabo de mencionar… ¡ya eres casi un experto! De todos modos, a continuación te dejo algunos trucos y consejitos para que puedas obtener esas fotografías tan impresionantes sin necesidad de recurrir al flash u otras luces artificiales:1. Si estás en un lugar interior, ¡¡¡busca una ventana!!!: quien dice ventana, dice tragaluz, puerta, o cualquier elemento que permita pasar la luz del exterior.
2. Juega con las sombras de la ventana: a veces las persianas u otros elementos pueden crear sombras muy atractivas.
3. Estudia la luz: si sabes cómo se comporta la luz en un determinado espacio, te ayudará a saber cuál es el momento perfecto para obtener la imagen que deseas.
4. Planifica tu actividad en función de la luz: ya hemos comentado que la luz cambia a lo largo del día. Piensa cuál es el efecto que quieres obtener y organiza tu agenda para tu sesión en el momento ideal.
5. Hazte con el material necesario: filtros, difusores , reflectores… Que no utilices la luz artificial no significa que no puedas usar estos complementos
6. Dispara en modo RAW: te será más fácil hacer los ajustes necesarios en tu ordenador, si no sabes a qué me refiero lee esto.
7. Fotografía desde distintos ángulos: de este modo podrás comprobar los efectos de la luz sobre tu sujeto y elegir cuál es el que más te gusta. (Un truco para fotografiar bebés: utiliza un puf o cojín y ¡podrás moverlo sin que se entere!).
8. Sube el ISO: si la luz es insuficiente puedes subir el valor ISO de tu cámara, pero recuerda, a mayor ISO, más ruido tendrá tu imagen.
9. Mayor apertura de diafragma: no olvides que cuanto mayor sea la apertura, más luz entrará.
10. Utiliza un trípode: si el objeto es estático o puedes conseguir que el sujeto lo esté, disminuye la velocidad de obturación, para eso necesitarás un trípode que evite que la foto salga trepidada (es decir, movida).
[Fotografías cortesía de Shandi-lee, Shandi-lee, Moyan_Brenn, Moyan Brenn, y Daniel Aguilar, chimothy27, Historias visuales, Sebastian Castro, josédelgado, y Briss Milián, bajo licencia Creative Commons]
Fuebte de la notcicia: www.blogdelfotografo.com
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