Escrito por Caro Musso.
La fotografía de bebés es un tema
apasionante y atractivo. De eso no hay duda. Has visto cientos de fotos
de bebés que te han enternecido o despertado una sonrisa y seguro que
alguna vez te ha tocado fotografiar a alguno o has hecho por
fotografiarlo. Son muchas las páginas o artículos en revistas que nos
dan consejos para conseguir una mejor foto del bebé, aún así, se suceden
los mismos errores de forma recurrente. ¿Y qué hace un buen fotógrafo
con los errores? Aprender de ellos, siempre. Eso es lo que vamos a hacer
en el artículo de hoy, desgranar esos errores tan comunes al
fotografiar a las preciosas e inocentes criaturas que nos rodean para
aprender a evitarlos. ¿Te apetece el reto?
Pues allá vamos.
Pues allá vamos.
20 errores en fotografía que tu bebé jamás perdonará
- Utilizar el flash. El primero y más frecuente de los errores. Usar el flash con bebés tiene dos inconvenientes importantes, puede ser perjudicial para ellos y además los asusta, y un bebé asustado no será un buen modelo. Sí, ya lo sé, no siempre tenemos luz suficiente para conseguir una buena imagen, por eso te recomiendo que te leas este artículo o que en caso de utilizarlo, lo hagas siempre rebotando y con difusores. No acerques el flash demasiado y menos aún lo enfoques directo a sus ojos.
- Elegir un fondo erróneo. Puedes fastidiar una foto preciosa con un fondo totalmente inadecuado. Si eliges un fondo demasiado llamativo restará protagonismo al bebé, al igual que si hay demasiados distractores, enredos, muebles, gente… En la primera foto vemos un claro ejemplo de elementos que desvían la atención y que estropean la imagen. Sobra todo menos el bebé y la alfombra… Cómparala con la segunda imagen.
- Vestir al bebé de forma equivocada. Puede que desees vestir a la criatura con sus mejores galas, o con el pijamita que le ha regalado su madrina, o con lo más colorido de su fondo de armario. ¡Error! Si lo que quieres es un recuerdo de esa prenda, vale, aceptamos barco, pero si quieres una bonita imagen digna de un buen fotógrafo, lo mejor es que la ropa no le reste protagonismo al sujeto. Utiliza colores lisos o suaves y que no distraigan la atención del espectador.
- No escoger el momento adecuado. Como tenga hambre, sueño, frío o le duela algo, no pretendas disparar la mejor fotografía ni por asomo. Es un bebé y no entenderá que tú sólo quieres cinco minutitos para retratarle. Tus fotos saldrán movidas, el bebé aparecerá llorando o con gestos poco favorecedores, tú acabarás de los nervios y la tarjeta con imágenes que no servirán nada más que para tirar a la papelera. Espera a que el bebé tenga todas sus necesidades cubiertas y vuelve a la carga.
- Ponerlo en brazos del hermanito mayor. Las instantáneas con los hermanos son un recuerdo maravilloso y realmente tierno, pero si lo que quieres es darle protagonismo al recién llegado esta no es la forma, puesto que en brazos del mayor se verá tan pequeñito que perderá el papel principal. Prueba a ponerlos cara a cara o en algún gesto divertido como en las fotos siguientes.
- Las prisas. Que las prisas no son buenas no es algo
nuevo. En este caso no son buenas en dos sentidos. Cuando nace nuestro
bebé estamos deseosos de presentarlo en sociedad y lo retratamos a la
más mínima oportunidad. Si utilizas esa foto para avisar a los
familiares más cercanos de que todo ha ido bien, vale, pero si lo que
pretendes es presumir de retoño, ¡¡no le hagas la faena de difundir su
foto recién salido del paritorio a todos los amigos y familiares o
incluso de publicarla en las redes sociales!! Estará hinchado, muy
arrugadito y seguramente también muy rojo o morado. Espera a que su piel
tome su color natural y baje la hinchazón para hacerle su primer
retrato “oficial”, en el futuro te lo agradecerá ;).
Por otro lado, tómate el tiempo que necesites para hacer tu sesión de fotos con un bebé, si lo haces precipitado todo te saldrá mal, te pondrás nervioso y el bebé acabará notando tu estado de ánimo. Mejor una sesión relajada. - No cuidar la iluminación. Este bebé tan guapo se luciría más si se le viera la cara. Hay mucha luz natural alrededor y sin embargo la cara está oscurecida por las sombras. Un reflector habría ayudado mucho.
- Sacar fotos movidas. Está claro, es un bebé y si está despierto no se va a estar quietecito por mucho que tú se lo pidas. Si tus fotos están movidas es porque la velocidad de obturación es demasiado baja, súbela para congelar mejor el movimiento y para compensar, si salen oscuras, prueba a abrir el diafragma o subir el ISO.
- Ojos desenfocados. Si no buscas destacar claramente otro detalle de su rostro o de su cuerpecito jugando con el desenfoque, enfoca bien los ojos pues son la parte más importante y con más fuerza en un retrato.
- Cortar las partes del cuerpo o de la cara. Por mucho que te digamos que te acerques más, no te acerques tanto como para tener que cortar una parte del rostro del bebé o de su cuerpo, si no es con un interés claro. Cortar una oreja, la barbilla o la manita es un error muy común pero muy fácilmente solventable.
- Mantener demasiada distancia y no moverse para buscar distintos ángulos o perspectivas. Muchas veces por comodidad, o porque estamos concentrados en otras tareas, o simplemente por el espacio disponible, disparamos desde ángulos poco apropiados. Observa las diferencias entre las siguientes imágenes. La solución es fácil, muévete y acércate más.
- Ignorar los gestos y emociones. Perderte gestos como este puede hacer que te lamentes durante mucho tiempo. Los posados durmiendo quedan preciosos, pero no olvides que el bebé comienza a tener su propia personalidad y a mostrarla con sus gestos y expresiones.
- Olvidar la importancia del brillo en los ojos. El brillo de los ojos produce una sensación muy atractiva en los retratos, observa la diferencia.
- Horizonte torcido. Las líneas de una fotografía deben estar siempre rectas. Esta foto podría ser maravillosa, sin embargo, a mí las líneas torcidas me marean y hacen que la imagen pierda fuerza.
- Disparar en blanco y negro. Somos muchos los enamorados del blanco y negro, pero mi consejo es que dispares en color y después las pases al blanco y negro con algún programa informático, de lo contrario perderás mucha información útil a la hora de procesarlas.
- Imprimir sin pasar por el monitor del ordenador. La impaciencia te puede llevar a ir directamente a la tienda a revelar las fotos con la tarjeta de la cámara, pero si quieres un consejo, mejor procésalas antes para ajustar el color, el brillo u otros parámetros. En la pantalla de la cámara pueden resultar correctos, pero al verlos en el monitor puedes darte cuenta que no están como realmente tú deseas.
- No tener la cámara preparada. Justo ahora en este momento que te sorprende con sus primera sonrisas, o con un gesto que te enamora la cámara está guardada en su funda en lo más profundo de un armario, o la tienes a mano pero sin batería o con la tarjeta llena… ¡menuda faena! Acabas de perderte un momento delicioso.
- La pereza. Te despiertas con tu precioso bebé al lado que está para hacerle no una, sino decenas de fotos, pero estás cansada (o cansado) y quieres seguir durmiendo aprovechando este momento de paz. Dentro de unos años no te acordarás de ese cansancio, sin embargo la foto permanecerá… No dejes nunca las fotos para mañana, el bebé crecerá y no habrá marcha atrás, ¡aprovecha toda oportunidad!
- No revelar en papel. Acumular cientos de imágenes en el ordenador y no imprimirlas es una mala costumbre que se ha extendido en la era digital. Antes la impaciencia para verlas nos lanzaba fugaces a la tienda de revelado para poder ver el resultado, ahora lo vemos instantáneo y no nos corre prisa el revelado, así que nos dedicamos a llenar el disco duro. ¿A qué esperas? Haz una buena selección y disfruta del placer de ver, tocar y presumir de tus imágenes en papel.
- No disparar lo suficiente. Precisamente la era digital nos da la oportunidad de disparar cuanto queramos sin necesidad de revelar todo, dispara, dispara y dispara. Cuantas más fotos tires, más probabilidades tendrás de conseguir la foto ideal.
- Bonus de Mario: No invertir en un objetivo decente. (Indudablemente no puedo dejar de recomendarte el 50mm f/1.4).
Fuente de la noticia: www.elblogdelfotografo.com
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