Escrito por Iaio Atamian.
[Fotografías cortesía de KINO, Gord McKenna, Kim Seng, F. Antolín Hernández y Karmen A.C. bajo licencia Creative Commons]
El dominio de la luz es lo que te definirá como fotógrafo y el modo de medirla es lo que te convertirá en maestro.
Si la luz en la escena no está correctamente medida, la exposición no será la correcta y por lo tanto, la calidad de la fotografía se verá afectada haciendo que todas las técnicas y trucos que hayas aplicado hayan sido en vano.
Si la luz en la escena no está correctamente medida, la exposición no será la correcta y por lo tanto, la calidad de la fotografía se verá afectada haciendo que todas las técnicas y trucos que hayas aplicado hayan sido en vano.
Antes de aprender cómo hacer para medir
correctamente la luz, verás porque es tan importante hacerlo: realizar
una correcta exposición.
En el artículo de hoy intentaré echar
luz sobre algunos temas que suelen asustar a la mayoría de los
fotógrafos que se están iniciando en el maravilloso mundo de la
fotografía, pero que no pueden dejar de conocer si lo que quieren es
lograr excelentes fotografías.
Ponte cómodo, acerca tu cámara y sigue leyendo.
Rango Dinámico
Antes de comenzar a ver cómo es que se
mide la luz de una escena para lograr una correcta exposición, es
necesario que entiendas que es el rango dinámico y porque es tan
importante a la hora de lograr una correcta exposición:
El rango dinámico mide la cantidad de
tonos claros y oscuros que tu cámara es capaz de capturar en una misma
fotografía, es decir, es la capacidad que tiene la cámara para obtener
detalles en ambas zonas de una fotografía, las luces y las sombras. El
rango dinámico establece la cantidad de matices tonales que tu cámara es
capaz de capturar.
Presta atención a la siguiente fotografía:
en ella conviven dos situaciones opuestas, una zona muy clara y la otra
muy oscura. Este tipo de situaciones son imposibles de resolver por las
cámaras digitales por lo que no serán capaces de ofrecerte detalle en
ambas zonas al mismo tiempo debido a que su rango dinámico, no es lo
suficientemente amplio. No tendrás otra alternativa que inclinarte por
obtener detalle en una zona o en la otra: detalles en las sombras y
luces quemadas o detalle en las luces y sombras muy oscuras.
Cuanto mayor sea el rango dinámico de tu
cámara mayores detalles será capaz de capturar y por ende mejor será la
calidad de las fotografías finales, eso sí, siempre y cuando realices
una correcta medición y exposición de la escena para aprovechar todo su
potencial. No te preocupes! Sigue leyendo y aprenderás cómo hacerlo!
Exposición
Exponer es la acción mediante la cual
permites que una determinada escena se imprima, es decir sea capturada
por un material sensible. En la fotografía analógica, el material
sensible es la película y en la fotografía digital, el sensor.
Al contrario de lo que pueda parecerte,
la exposición no es el tiempo que la fotografía se expone a la luz: el
tiempo es solo una de las tres variables controlan la entrada de luz al
plano focal (sensor) para lograr una correcta exposición:
1. Sensibilidad ISO:
indica la cantidad de luz necesaria para poder tomar una fotografía:
cuanta mayor luz haya en la escena, menor será el valor ISO necesario y
viceversa. En la fotografía analógica para cambiar la sensibilidad ISO
había que cambiar de película, pero en la era digital, es posible
ajustarla desde el menú.
Tal como te comente en el artículo “24 formas de conseguir fotos super nítidas”,
si elevas demasiado la sensibilidad ISO, tus fotografías tendrán mayor
ruido, menor nitidez y por lo tanto menor calidad. Utiliza valores ISO
altos solo cuando no te quede otra alternativa, es decir, cuando no
puedas lograr una correcta exposición compensando la “falta de luz”
producto de utilizar un ISO bajo mediante las otras dos variables:
disminuyendo la velocidad de obturación o abriendo el diafragma.
2. Apertura de diafragma:
el diafragma es un dispositivo que se encuentra dentro del objetivo de
tu cámara y que permite controlar la cantidad de luz que llega al plano
focal (sensor), junto con la velocidad de obturación, y al mismo tiempo,
regular la profundidad de campo de la fotografía, es decir, que saldrá en foco y que no.
Cuanto más cierres el diafragma (f/16), mayor profundidad de campo
obtendrás en tus fotografías (mayor nitidez) pero menor luz llegada
hasta el sensor, debiendo compensar la falta de esta o aumentando la
sensibilidad ISO o bien disminuyendo la velocidad de obturación. Cuanto
más lo abras (f/1,8), menor será la profundidad de campo (mayor
desenfoque o bokeh) y más luz llegará al sensor, pudiendo utilizar
valores ISO más bajos y velocidades de obturación más lentas.
3. Velocidad de obturación:
es el tiempo que el obturador permanece abierto permitiendo que la luz
llegue hasta el sensor. Cuanto mayor sea la velocidad de obturación
(1/1000), menor será la luz que llegue al sensor, y cuanto menor sea la
velocidad (1”), mayor será la luz que logre atravesar el obturador.
Ajustando la velocidad de obturación no solo lograras fotografías más claras o más oscuras, sino que además podrás trasmitir la sensación de movimiento utilizando velocidades muy lentas o bien mediante velocidades muy rápidas, serás capaz de congelar completamente una escena.
¿Cómo logras equilibrar las 3 variables de la exposición?
Una excelente herramienta que te ayudara
a lograr fotografías correctamente expuestas es la llamada
“reciprocidad” que no es más ni menos que una regla con la cual
obtendrás una misma exposición (fotografía) con distintas combinaciones
de velocidad, apertura y sensibilidad ISO. No, no entres en pánico aun!
Aquí te la explico:
Ley de Reciprocidad:
las 3 variables para lograr una correcta exposición no tienen una
combinación única, sino que puedes ajustar cada una de estas de modo
diferente y lograr exactamente la misma exposición.
Observa la siguiente imagen: en
la misma podrás ver distintas combinaciones de apertura de diafragma y
velocidad de obturación que darán como resultado una misma exposición,
es decir, la misma fotografía ni más ni menos expuesta, igual.
Una forma muy sencilla de obtener la
misma exposición con distintas combinaciones de ISO, velocidad y
diafragma es haciendo “dobles y mitades”. ¿Qué quiere decir esto? Es muy
sencillo presta atención:
Si dejas la apertura del diafragma fija,
puedes obtener una misma exposición modificando tanto la sensibilidad
ISO y la velocidad de obturación de la siguiente manera:
La exposición en todos los casos será la
misma: si duplicas la sensibilidad ISO, para lograr la misma exposición
podrás aumentar la velocidad al doble y aun conservar la misma
exposición en tu fotografía.
Lo mismo ocurre si fijas la sensibilidad ISO y modificas la velocidad y la abertura del diafragma:
En todas las combinaciones obtendrás,
nuevamente, la misma exposición. Fíjate que esta vez la relación entre
ambas es inversa: al cerrar el diafragma deberás de disminuir la
velocidad de modo de lograr compensar la entrada de luz al sensor.
La última relación que queda por ver es
fijando la velocidad de obturación, obtener la misma exposición
modificando la sensibilidad ISO y la abertura del diafragma, para
obtener la misma fotografía final.
La ley de reciprocidad es extremadamente
útil: con ella podrás ajustar los parámetros de la toma a realizar de
una manera más consiente y controlada sacándole el máximo provecho al
poder de tu cámara.
La clave para que puedas entender a la
perfección como funciona es tomando tu cámara y haciendo tú mismo las
pruebas con cualquier objeto que tengas a mano. Toma cualquier de los
ejemplos que te comente anteriormente y ponte a sacar fotos.
¿Cuándo una fotografía está correctamente expuesta?
Una fotografía está correctamente expuesta cuando el sensor es
capaz de capturar la mayor cantidad de información (luz) y tonos (rango
dinámico) que su capacidad le permite. Imagínate que tienes una cámara
capaz de tomar fotos en una resolución de 18 mega pixeles, pero tú
disparas solo en 8: estarías desperdiciando el potencial de tu cámara
para trabajar con mejores resoluciones.
Lo mismo ocurre con la luz: si tu cámara
es capaz de capturar mucha más luz de la que tú, ajustando las 3
variables de la exposición le permites, estarás desperdiciando muchísima
información que el sensor es capaz de capturar, pero que tu estas
dejando afuera.
La fotografía del medio está
correctamente expuesta, quizás no sea el resultado final que quieres
para la misma, pero se logró aprovechar casi la totalidad de la
capacidad del sensor para registrar luz, es decir, se aprovechó al
máximo su rango dinámico. Una vez hayas logrado una correcta exposición,
podrás editarla* en el ordenador sin perder calidad.
Si sobre o sub expones tus fotografías,
estarás sacrificando muchísima información valiosa, que no podrás
recuperar luego mediante la edición, por lo que si una vez en el
ordenador quieres “aclarar” o “oscurecer” las fotografías, les restaras
mucha calidad ya que el ordenador tendrá que “inventar” información
donde no la hay.
*editar es solo ajustar ciertos
parámetros como la exposición, la luminancia y las sombras en el
ordenador a diferencia del retoque en donde se modifica directamente la
escena alterando la misma.
Lograr una correcta exposición te será
más fácil si aprovechas las siguientes herramientas que tienes al
alcance de tus dedos (en tu cámara):
• Exposímetro: es el
encargado de medir la “cantidad de luz” necesaria para que una
fotografía salga expuesta de manera correcta. Una vez recibe la luz
reflejada por todos los elementos de la escena, calcula un valor
promedio de los todos los tonos, claros y oscuros, y ajusta los valores
de velocidad, apertura y sensibilidad ISO para poder obtener una
fotografía correctamente expuesta (esto no es tan así pero lo entenderás
luego).
En los modos automáticos o semi
automáticos resulta fundamental ya que es la cámara quien decide cuales
son los parámetros de exposición correctos para cada toma, en cambio sí
disparas en modo manual, podrás utilizarlo para medir la luz de la
escena y ajustar estos parámetros tú mismo.
Su uso es muy sencillo: mediante el signo “+” o “-“ te indicara si la escena se encuentra sobre o sub expuesta respectivamente.
• Histograma: es un
gráfico que muestra cómo están distribuidos todos los tonos de una
fotografía, ya sean grises o no (colores RGB: azul, rojo y verde) de
acuerdo al rango dinámico que es capaz de captar tu cámara.
En este podrás observar que cantidad de
pixeles claros, medios y oscuros hay en tus fotografías, es decir, como
está expuesta la misma. Una fotografía está correctamente expuesta
cuando se aprovecha al máximo la capacidad de su sensor para captar
tonos y esto es cuando, no solo no quedan partes fuera del rango que es
capaz de captar tu cámara, sino que también cuando el histograma esta lo
más “derecheado” posible, es decir, lo más pegado al borde derecho
posible.
En la era digital de la fotografía,
cuantos más tonos claros logres capturar (histograma más orientado a la
derecha posible) menor pérdida de calidad sufrirán tus fotografías,
incluso luego de la edición.
Consulta el manual de tu cámara para
conocer cómo visualizar el histograma una vez tomadas tus fotografías, o
bien, si es que tu cámara lo permite, visualizarlo en vivo a través de
la pantalla o “live view” al momento de realizar tus tomas.
Paso a paso para una correcta exposición:
Si bien cada fotógrafo tiene su método
para lograr una exposición correcta, es probable que al principio te
sientas un poco perdido y no sepas por donde comenzar. Es normal que te
sientas un poco abrumado, nadie nació sabiendo. A continuación te dejo
un paso a paso para que puedas utilizarlo como guía hasta que te vuelvas
un maestro en ello:
- Selecciona el modo de tu cámara en Manual.
- En el menú de tu cámara selecciona el área de medición de la luz en puntual.
- Ajusta el valor ISO de acuerdo a como tu cámara procese el ruido y a tu tolerancia a este.
- Ajusta el diafragma o la velocidad de obturación de acuerdo al tipo de fotografía que quieras lograr: dinámica o estática. Si vas a fotografiar un paisaje, ajusta el diafragma de modo de obtener mayor profundidad de campo y que la foto salga lo más nítida y en foco posible.
- Para ajustar el valor de exposición que te falte, debes realizar una medición del tono más claro de la escena.
- Una vez tomada tu fotografía, échale un vistazo a como ha quedado en la pantalla de tu cámara pero en el modo “histograma”. En este podrás ver cómo han quedado los todos claros y oscuros distribuidos en tu fotografía.
¿Por qué no utilizar los modos predefinidos por tu cámara?
Todas las cámaras de fotos vienen
equipadas con lo que se conoce como “fotómetro”, que es el encargado de
“medir la cantidad de luz” en las escenas que vas a fotografiar. Este
fotómetro capta la luz que es reflejada por los objetos hacia la cámara y
mide su intensidad de modo de ajustar automáticamente la exposición
para la toma, si utilizas los modos predefinidos.
El problema comienza aquí:
dicho fotómetro esta calibrado para capturar la luz de una escena como
si todos los objetos de esta fueran “GRIS MEDIO”, que es algo así como
un promedio entre los tonos claros y oscuros que pueden presentarse en
una escena.
Más allá que el exposímetro de tu cámara
te indique que la exposición es la correcta puede que, en situaciones
muy claras o muy oscuras, te indique que la fotografía este sobre o sub
expuesta cuando en realidad no lo está.
Otro problema aun mayor que el anterior
es que, el fotómetro de tu cámara al tomar todos los colores como gris
neutro, tiende a centrar la posición del histograma, desperdiciando así
mucha información y no utilizando el máximo potencial de tu cámara.
Intenta fotografiar una hoja blanca en
un modo automático o semiautomático y veras que esta sale más bien gris
en vez de blanca. Esto solo podrás corregirlo, o bien con posproducción
pero le bajaras la calidad a la imagen, o bien realizando una correcta
exposición en modo manual.
Las líneas punteadas de la imagen
anterior marcan en el histograma la capacidad del sensor (rango
dinámico) que ha sido desaprovechada por no realizar una exposición que
pueda aprovechar toda la capacidad de este para captar tonos en una
escena.
De todos modos, si cuentas con una
cámara compacta digital donde puedes visualizar en la pantalla como
quedara exactamente la fotografía antes de realizar la toma, la
diferencia entre las mediciones de los modos automáticos y la que puedas
llegar a realizar tú en el moco manual serán muy similares. Solo en
ciertos casos lograras mejorar la medición que realiza la cámara tú
mismo, de hecho, en muchas cámaras de este tipo, no es posible ajustar
los parámetros de exposición manualmente.
Primero medir, luego exponer
La clave para lograr una correcta
exposición es, realizar una buena medición de la cantidad de luz en la
escena y una vez hecho esto, exponer para los tonos más claros. ¿Qué quiere decir esto? Sigue leyendo y lo entenderás.
Medición
La medición es, como su nombre lo
indica, el proceso que debes llevar a cabo para medir la “cantidad de
luz” que tiene una determinada escena de modo de poder lograr una
correcta exposición, es decir que no quede sobre expuesta (quemada) o
subexpuesta (oscura).
Esto quiere decir que, siempre que te
dispones a tomar una fotografía, debes de medir la cantidad de luz que
es reflejada por los objetos para poder ajustar los parámetros para una
correcta exposición: apertura del diafragma, velocidad de obturación y
sensibilidad ISO y lograr así, aprovechar al máximo el rango dinámico de
tu cámara y por ende maximizar el potencial de esta para captar
información.
No ajustar correctamente los parámetros
significará tener que forzar posteriormente en el procesado con una
consecuente pérdida de calidad o incluso una irreparable pérdida de
datos:
- Si tu foto ha quedado subexpuesta, cuando en el ordenador intentes “aclararla” generaras ruido, bajando la calidad de la imagen. En el histograma veras que hay una gran proporción de información que ha quedado fuera de lo que tu cámara es capaz de capturar (su rango dinámico). Hay una gran porción de datos que hay quedado fuera de la exposición, perdiendo detalles en los tonos oscuros.
- Si tu foto te ha quedado sobreexpuesta, es decir que has perdido detalle en los tonos más claros, y luego intentas corregirla en el post procesado, el ordenador deberá de inventar información donde no la hay ya que los pixeles, quedaron totalmente blancos, perdiendo nuevamente calidad. El histograma quedara más orientado hacia la derecha y una gran proporción de datos que tu cámara hubiera podido aprovechar, han quedado fuera de la exposición. Esto es conocido como “área quemada”, es decir sin detalle en los blancos.
¿Cómo me mide la luz:?
- Con el exposímetro de la cámara: es el método más común y utilizado por la mayoría de los fotógrafos sean conscientes de ello o no. Aunque no lo notes el fotómetro de tu cámara está constantemente calculando la cantidad de luz de la escena que es reflejada hacia el sensor de modo de proporcionarte información para que puedas ajustar la exposición de la toma o bien para ajustarla automáticamente si es que disparas en modos automáticos o semi automáticos. Recuerda que el exposímetro de tu cámara esta calibrado para un “gris neutro” por lo que no te brindara la mejor exposición posible de lograr en una toma.
- Con un fotómetro de mano (incidente o reflejada): los fotómetros de mano son utilizados por los fotógrafos profesionales, en su mayoría, para medir tanto la luz que incide en un determinado objeto como así también la que este refleja hacia la cámara. Trabajar con ellos supone mayor tiempo disponible para planear la escena, medir las luces de toda la escena y promediar las mediciones más claras y más oscuras de modo de obtener una exposición correcta en ambos tonos.
Modos de medición de la luz
Como ya te habrás dado cuenta, la mejor
forma de aprovechar todo el potencial que tienes en tus manos (tu
cámara) y en tus ojos (tú mismo) debes de medir la luz en tus
fotografías tú mismo.
No importa cuán moderna sea tu cámara,
todas tienen el mismo inconveniente a la hora de utilizar los modos
automáticos: no pueden adivinar cuál es el modo más adecuado para la
fotografía que quieres tomar, eso lo debes hacer tu mismo.
Tu cámara trae distintos modos para
poder realizar la medición de la luz en una escena, pero como
anteriormente Mario publicó el artículo “Ejemplos de modos de medición de luz en fotografía” en
donde explica cómo y cuándo utilizar cada uno de estos modos, te
recomiendo que antes de salir a practicar le eches un vistazo.
A modo de resumen aquí te explico brevemente cada uno de ellos:
- Medición matricial o evaluativa: mide la luz de toda la escena en su conjunto e intenta lograr una exposición para todos los tonos presentes en ella.
- Medición evaluativa parcial: funciona de la misma manera que la matricial, pero en este caso la medición de la luz solo se realiza en la zona central de la fotografía.
- Medición puntual: este es el modo que más te recomiendo utilizar ya que con el, como solo utiliza un punto que suele ser el central (en algunas cámaras puedes modificarlo a tu gusto) para medir la luz, podrás realizar las mediciones tú mismo de acuerdo a los tonos que quieras o no resaltar en tus fotografías.
¿Cómo llevarla a cabo?
Como te dije anteriormente, hay muchas
situaciones en las que el fotómetro de tu cámara te indicará que la
fotografía está correctamente expuesta cuando en realidad no lo está
(recuerda el ejemplo de la hoja en blanco anterior).
La clave para realizar una buena
medición es “exponer para los tonos más claros” es decir, medir la
cantidad de luz de la zona más clara en la escena a fotografiar y
ajustar los valores de exposición para que esa zona salga lo más clara
posible (más a la derecha del histograma): si el tono más claro de la
escena no se sobreexpone, es decir no queda quemado, te aseguraras que
todos los tonos más oscuros que este quedaran con detalle, aprovechando
al máximo el rango dinámico.
Te estarás preguntando: ¿Cómo lo hago si
no puedo confiar en el exposímetro de la cámara? Es cierto que no
puedes confiar siempre en el indicador de exposición de tu cámara ya que
como vimos anteriormente, no aprovecha al máximo la capacidad de tu
sensor y puede que te indique que hay sobre o sub exposición cuando en
realidad no la hay.
Lo que debes de conocer es el límite de sobre exposición de tu cámara:
realiza varias pruebas fotografiando objetos muy claros de modo de
conocer hasta donde tu cámara es capaz de captar detalle en los tonos
más claros. No importa que tu cámara te indique que la fotografía saldrá
sobre expuesta ya que cuando observes el histograma notaras que no ha
quedado área por fuera del gráfico. Una vez que conozcas hasta dónde
eres capaz de sobreexponer sin perder detalle, estarás listo para
realizar las mediciones en tus fotografías.
Puedes valerte tanto del histograma,
como así también del modo “zonas destacadas” al momento de revisar la
fotografía. Este modo te mostrara tu foto en la pantalla de tu cámara y
te indicará que áreas han quedado “quemadas” mediante un parpadeo.
Intenta minimizar estas zonas.
Ahora sí: el Paso a paso
- Ajusta tu cámara en modo de disparo manual.
- Configura el modo de medición de la luz en el modo “puntual”.
- Busca el tono más claro en toda la escena que te dispones a fotografiar.
- Realiza la medición de tu fotografía en ese punto.
- Configura los parámetros de la exposición de acuerdo a cuál es la estética que quieres darle a tu fotografía, siempre intentando mantener la sensibilidad ISO en el valor lo más bajo posible de modo de no perder calidad producto del ruido.
- Realiza el disparo y captura la foto.
La medición se ha realizado de modo puntal en las franjas blancas de la remera del pequeño niño (1).
De esta manera habrás logrado mantener
al máximo el nivel de información en cada una de tus fotografías. Si aún
no estas conforme con el resultado, puedes, en el procesado,
oscurecerla hasta obtener la fotografía deseada pero minimizando la
pérdida de calidad.
Por si no te ha quedado claro al leerlo,
puedes ver el siguiente vídeo, uno de los tantos que podrás encontrar
en internet, donde explican como realizar una correcta medición de una
manera sencilla y sintética:
El artículo de hoy puede parecerte más
complicado de lo que realmente es. La clave para poder entenderlo bien
es tener tu cámara a mano e ir realizando las pruebas tú mismo. La
paciencia será tu mejor aliado y si tienes alguna duda, no dudes de
compartirla en los comentarios.
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