Escrito por Caro Musso.
[Fotografías cortesía de Rod DS, Vvillamon, Alvy, Marooned, Adolf Boluda, Asoma, Lucho Molina, G. Bermejo, vic_206, mackee_lee, gorbulas_sandybanks, Chaval Brasil, Stuant63, Steven Guzzardi, Peterm2000, Carlos Hernández, Alex Schwab, xalicot, Steve Webel, Nicolas Grevet, y Christiaan Triebert, bajo licencia Creative Commons]
Componer una imagen consiste en
organizar los elementos que la conforman de manera que el resultado sea
un conjunto armonioso, equilibrado y estéticamente atractivo. Ya conoces
algunas herramientas para mejorar la composición de tus fotografías. Hoy te hablaré de una muy potente y fácil de manejar, la perspectiva.
El mundo real es tridimensional y
nuestros ojos lo ven así porque, al estar situados en posiciones
diferentes, recogen cada uno en sus retinas una imagen ligeramente
distinta de la realidad que tienen delante. Con esas pequeñas
diferencias el cerebro calcula la distancia a la que se encuentran los
elementos. El cálculo de las distancias es lo que sitúa los objetos
visualizados en el espacio tridimensional, obteniendo una sensación de
profundidad o volumen. La fotografía, a diferencia del mundo real, es un
arte de sólo dos dimensiones. Aún así, percibimos profundidad en las
imágenes. ¿Por qué ocurre esto? Pues sucede gracias a la perspectiva, o
lo que es lo mismo, la ilusión visual percibida por el observador y que
le ayuda a determinar la profundidad y situación de los objetos a
distintas distancias. Mediante esta técnica, en el arte y la fotografía
se proyecta un mundo tridimensional en una superficie de dos
dimensiones. ¿Cómo se consigue? Controlando la variación del tamaño de
los objetos o sujetos de la imagen, superponiéndolos y colocando más
abajo los que están más cerca y más arriba los que están más lejos.
Si aprendes a dominar esta técnica,
tendrás una potente herramienta de composición que te ayudará a lograr
unas imágenes realmente atractivas. Si quieres saber cómo, sigue
leyendo, con unos conceptos básicos y algunos ejemplos, aprenderás lo
necesario para mirar a través del visor de tu cámara con otra
“perspectiva” .
Tipos de perspectiva
Lo importante es conocer los distindos
tipos de perspectiva existentes y que puedes aplicar a tus fotografías
que es lo que realmente nos interesa.
Perspectiva lineal
Esta es una forma de perspectiva
geometría en la que las líneas paralelas se representan como
convergentes en un punto, conocido como el punto de fuga, provocando así
la ilusión de profundidad y distancia.
Este tipo de perspectiva se puede potenciar de dos maneras:
- Con un gran angular: estos objetivos aumentan la profundidad y exageran las perspectivas. Mira este ejemplo.
- Con el ángulo de disparo: en función del ángulo desde el que disparemos, la perspectiva se verá potenciada o todo lo contrario, eliminaremos la sensación de profundidad. Con el ángulo picado y contrapicado aumentarás la profundidad y con el nadir, cenital o al mismo nivel del sujeto, la sensación de profundidad se verá reducida resultando una imagen más plana. Si no conoces estos ángulos, no te preocupes, en las siguientes imágenes te explico cada uno con un ejemplo y así lo entenderás mejor.
Como puedes observar, en los dos
primeros casos la sensación de profundidad es mayor, mientras que en
esta última imagen ¡los coches parecen estar en el mismo plano!
Perspectiva aérea
También se conoce como perspectiva
atmosférica y se puede potenciar gracias a las condiciones ambientales,
como la lluvia, la niebla… Sobre todo en los paisajes, los planos más
alejados parecen menos nítidos y con unas tonalidades azuladas o
grisáceas que el ojo interpreta como más lejanos, puesto que los colores
fríos se interpretan como más alejados, mientras que los cálidos como
más cercanos.
Observa cómo las montañas del primer
plano aparecen mucho más nítidas que las del fondo. Este efecto se
potencia mucho más con la niebla y la lluvia. Si no lo tienes claro,
mira el siguiente ejemplo:
Perspectiva forzada
Como su nombre indica, es aquella que tú
puedes lograr manipulando la escena. Se trata de lograr que los objetos
o sujetos parezcan estar en el mismo plano. Ya te he comentado cómo
potenciar la perspectiva en función del ángulo, pero además puedes crear
una composición que engañe al ojo del espectador, aquí tienes un
ejemplo.
En esta fotografía, el chico parece
estar sujetando el avión, el ojo interpreta una distancia cuando la
realidad es muy distinta. Puedes lograr este efecto y “engañar” al
espectador de dos formas:
- Por el tamaño de los objetos: los objetos grandes se interpretan como cercanos mientras que los pequeños son entendidos como lejanos. Si juegas con este efecto puedes lograr resultados como este. A simple vista parecen dos figuras del mismo tamaño dándose la mano, pero no es así. El muñeco está colocado en un primer plano, mientras que la chica está mucho más lejos, de esta forma ella parece más pequeña, igualándose con el tamaño del muñeco.
- Por la posición de los objetos: si un objeto tapa a otro es porque está delante. Si no se tapan puede dar la impresión de estar en el mismo plano, en lugar de uno delante y el otro detrás.
En esta imagen se juega con la posición
de los objetos, si la mano (u otra parte del cuerpo) del sujeto que está
delante tapara al de detrás, esta divertida imagen no lo sería tanto,
porque no parecerían estar en el mismo plano, tal y como sucede.
Para lograr este tipo de imágenes sólo
tienes que tener en cuenta estos dos aspectos y echarle algo de
imaginación. Aquí te dejo algunos ejemplos para despertar tu curiosidad
y, de paso, tu creatividad.
La imagen de Steven Guzzardi del banco,
es distinta a lo que te comentaba de lograr que los objetos parezcan
estar en el mismo plano, sin embargo es otra forma de engañar al ojo
jugando con la perspectiva y lograr imágenes originales y divertidas.
¿Cómo obtener el máximo provecho de la perspectiva?
1. Utiliza distintos objetivos para jugar con la profundidad de campo.
Por ejemplo, para fotografiar un paisaje te interesa que la sensación
de profundidad sea lo más grande posible, para ello usa una apertura
pequeña, o lo que es lo mismo un número f alto. Para fotografiar
personas edificios u objetos más grandes, sobre todo si es al mismo
nivel, mejor que hagas lo contrario, una profundidad de campo pequeña
desenfocará el fondo haciéndolo parecer más lejano.
2. Para lograr unas mejores imágenes
utilizando la perspectiva forzada, te recomiendo que utilices una
apertura pequeña (un número f alto) para que todos los objetos salgan
igualmente enfocados. Planifica bien la escena y tómate el tiempo
necesario para lograr una imagen lo más perfecta posible. Lo más
probable es que tengas que hacer varios disparos hasta que consigas el
efecto deseado. Y un truco, disparando desde un punto
de vista lo más bajo posible, conseguirás que los objetos del primer
plano parezcan mucho más grandes.
3. La perspectiva lineal será más
evidente cuantas más líneas rectas aparezcan en la composición. Esto no
lo lograrás en la fotografía de paisajes, donde las líneas rectas
escasean, pero da muy buenos resultados en la fotografía de
arquitectura. Busca líneas convergentes, además de ganar profundidad,
guiarán el ojo del espectador.
4. Dispara desde un punto lo más bajo posible así las líneas parece que comienzan mucho más separadas.
5. Puedes potenciar el tamaño de los
objetos comparándolos con otros de los que tenemos referencia, así el
espectador podrá comprobar cómo es de grande. Te explico, en un paisaje
suelen aparecer elementos que nos dan pistas del tamaño de lo que hay
alrededor, un árbol, un animal… Sin embargo, en ocasiones no hay tales
elementos que nos ayuden, pero tú puedes ponerlos. Si quieres mostrar la
inmensidad de una montaña, añade una figura humana, de este modo
añadirás también un centro de interés en la imagen. Lo mismo puedes
utilizar en estructuras de arquitectura o similar.
6. Busca perspectivas o puntos de vista
distintos al del ojo humano para que tus imágenes logren un mayor
impacto. Échale un poco de imaginación y dale “vueltas” hasta que
encuentres una imagen impactante.
Una gran herramienta en poco espacio
Bien, ya tienes una nueva herramienta
que ocupa nada de espacio en tu mochila y pesa menos todavía. Sin
embargo es una herramienta muy potente a la hora de componer tus
fotografías. Y lo mejor de todo, ¡no necesitas ni salir de casa para
practicar! Puedes empezar ya mismo, en tu casa, sí, sí, ¿no me crees?
Prueba a meter a alguien de tu familia dentro de una taza de café o de
un zapato, asómate a la ventana y mira hacia abajo (o hacia arriba) a
través del visor de la cámara. Haz pruebas y más pruebas, ya sabes que
practicando es como se aprende de verdad. ¡Vamos! ¿A qué esperas?
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